Toda relación humana necesita de límites para funcionar bien. No importa si es familia, amigos o una pareja, los límites nos ayudan a tener relaciones sanas y duraderas. En este artículo hablaremos de qué son los límites y cómo se pueden establecer de manera sana.
¿Qué es un límite?
Un límite es una línea que establecemos con otras personas con la finalidad de no dañarnos psicológica o físicamente en alguna situación. Ayudan a que se pueda decir sí o no con confianza y respeto. Los límites nos conceden la posibilidad de decir lo que nos gusta o no sin temor de que la otra persona se ofenda. Además, dan paz y salud mental, física y emocional.
¿Cómo establecerlos?
- Lo primero que tienes que hacer es analizarte. Ver qué te gusta, qué no, lo que permites, lo que te incomoda o lo que quieres cambiar.
- Reconoce que los límites son necesarios. Ayudan a mantenernos saludables y nos cuidan. También debemos de reconocer que le ayudan a otra persona y deben de respetarse.
- Sé consistente con ellos. Si ya estableciste un límite, no lo rompas. La primera persona que debe respetarlos eres tú.
- Prepara un plan de acción por sí alguien no los respeta. Esto te ayudará a saber cómo actuar en alguna situación donde alguien se sobrepase.
- No te sientas culpable por ponerlos. Te estás poniendo a ti primero y eso es lo mejor que puedes hacer.
Recuerda que un límite puesto a tiempo puede salvarte y mantenerte saludable. Si a alguien no le gustan tus límites, es porque se aprovechaba de que no los pusieras y no necesitas ese tipo de personas en tu vida. Comienza con límites chiquitos pero necesarios y pronto podrás poder otros más grandes.


